¡HASTA SIEMPRE, LALO!



El pasado día 5 de agosto, hizo un mes que nos dejó para siempre nuestro director Eladio Sánchez, "Lalo", como le llamábamos sus amigos y familia.
No sólo se marchó un actor de raza, heredada de sus padres: Aurora, actriz y Eladio, apuntador , se nos fue con él, un amigo, un compañero, un referente.
Aunque hace un par de años decidió ir "soltando amarras" como él decía siempre, ya que hace un tiempo que estaba malín, aunque ya no dirigía (oficialmente), Lalo era el guía, santo y seña , buque insignia de la Compañía asturiana de comedias a la que con su tesón, su fuerza y sus indicaciones no dejó descabezada , sino con un rumbo claro de continuidad que depositó en todos los compañeros y componentes del grupo.
Lalo, además de director era gestor, contable, escenógrafo , relaciones públicas, contacto con los ayuntamientos y teatros y cualquier cargo que podáis pensar dentro de la Compañía Asturiana de Comedias a la que consagró su vida en los últimos treinta años, recuperando el teatro popular asturiano allá por el año 1986 junto a Fina, Pili, Arsenio y José Fuertes y a la que había pertenecido en su juventud junto a su madre, su padre y posteriormente con Pili, la que sería su esposa para siempre.
Rescataba obras, las montaba, las organizaba...
Todo pasaba por su mano, todo siempre bajo control.
No en vano, Lalo era conocido en sus últimos años como el director de la Cia. Asturiana, a pesar de haber hecho trabajos en el teatro de cámara, el teatro experimental,de haber trabajado en numerosas ocasiones como profesional, de haber participado en numerosos cortos , series, largometrajes e incluso sesiones de doblaje...
Hasta las últimas semanas, ya estando muy malín, su parte "teatral" salía a flote en los ensayos en los que asistía sentado en su butaca o apoyado en el bastón  que utilizaba en los últimos tiempos y en los que aún nos daba indicaciones y se transformaba como por arte de magia en un ser fuerte ,que levantaba la voz como en sus mejores momentos en los escenarios de Asturias, de España, de Francia, de América...
Una noche, Lalo, dio su última función, en silencio, sin darse importancia, como hacen los grandes en su Gijón del alma donde había nacido hacia 86 años.
Sin duda, una vida larga, bien vivida, plena, aunque para los que le queríamos se nos antoja corta y desearíamos seguir teniéndole entre nosotros.
El día de tu funeral le despedimos con unos versos de Miguel Hernández que el siempre recitaba cuando alguien se iba...
                                             " A las aladas almas de las rosas
                                               del almendro de nata te requiero;
                                         que tenemos que hablar de muchas cosas,
                                               compañero del alma, compañero"


Porque nos quedan muchas cosas por hablar, por comentarte, por consultarte, Lalo.
Dicen que nadie se va del todo mientras se le recuerda, a ti te recordamos y además te queremos.

Por cierto, ¿Sabes que sigues en el tú bajo, siguiendo los ensayos?, ya sabes que estrenamos en pocos días y que seguiremos tus consejos. Además sabemos que nos miras.


Un beso, allá donde estés.
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